El PSOE cada vez se encuentra más alejado de la izquierda europea con el peligro de quedarse en el ostracismo. Mientras sus homólogos europeos se van acercando poco a poco a posiciones más liberales la izquierda española sigue remando a contracorriente. Las políticas de ajuste económico y raciocinio en el gasto público que originalmente era patrimonio exclusivo de la derecha, poco a poco va siendo aceptado por los gobiernos socialdemócratas como la única vía factible de salir de la crisis.

Durante las elecciones europeas el candidato del PSC Javi López se presentó bajo el lema “Detengamos Rajoy. Detengamos les recortes”. Lo grave del asunto no sólo es que el chico no supiera la diferencia entre unas elecciones nacionales y unas europeas sino que el propio líder de su grupo parlamentario, Martin Schulz, había apoyado públicamente las medidas del gobierno español en Twitter: “Felicidades al gobierno/pueblo español por concluir el programa tras 18 meses. Ánimo a España a seguir con las reformas y a atajar el paro”. En la misma línea de Javi López también estaba una tal Elena Valenciano. Mientras la izquierda española nos prometía una alternativa a la “diabólica” política del gobierno su grupo parlamentario lo ponía como referente.

“No podemos vivir más tiempo por encima de nuestra posibilidades” proclamó el primer ministro francés Manuel Valls cuando propuso el recorte de 50.000 millones para el período de 2014-1017. El gobierno socialista también ha aplicado políticas de austeridad recortando en 10.000 millones de euros las dotaciones para sanidad y reduciendo el número de funcionarios. En Italia, Matteo Renzi ha liderado una serie de cambios que han fortalecido la economía de mercado, como la reforma del mercado laboral para abaratar la contratación y la reducción del gasto público.

Sin embargo, el mensaje de la izquierda española dista mucho de su forma de actuar como demuestra la actuación del gobierno andaluz compuesto por PSOE e IU. Según un informe del Gabinete Técnico de FETE-UGT, se recortó en el presupuesto en educación (2013-2014) 149,47 millones de euros (2,7%) siendo la comunidad que más había recortado en este aspecto después de Cataluña. Además, según denuncia el sindicato Satse, el presupuesto en sanidad cayó un 17% en los últimos 4 años siendo actualmente la comunidad autónoma con un menor gasto sanitario por capita (980€), 562 € menos por ejemplo que País Vasco.

Ante la hostilidad y el escepticismo con el que se reciben los ajustes presupuestarios por parte de la socialdemocracia española, el único aliado que tiene es la soledad. Soledad por mantener unas tesis económicas ancladas en el pasado y alejadas de los corrientes de pensamiento actual, que no constituyen una alternativa a la situación económica actual.