La práctica de actividad física con regularidad, junto con un estilo de vida saludable, no solo es beneficiosa para nuestro cuerpo ya que nos ayuda a combatir el sedentarismo y a prevenir enfermedades cardiovasculares, la obesidad, etc. sino también para nuestra mente ya que nos aporta muchos beneficios psicológicos.
Hacer deporte favorece la liberación de endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad por las sensaciones de bienestar emocional que producen, y que incluso pueden generar adicción en quien lo practica, con lo cual es muy recomendable que las personas que sufren de ansiedad y depresión incorporen el deporte en su vida -sea el que sea- ya que mejora su sintomatología, su estado de ánimo y tiene un impacto positivo en su calidad de vida. De hecho, funciona como un ansiolítico natural ya que al liberarse neurotransmisores, se palian los síntomas más incapacitantes de la ansiedad en el cuerpo.
Al practicar deporte de forma regular uno se siente más enérgico y activo con lo cual será más productivo en su ámbito laboral ya que un cuerpo sano favorece un mejor estado mental y por ello mejor rendimiento. Mediante el deporte cambia progresivamente la percepción de uno mismo, mejora la autoimagen y al aumentar la propia confianza mejora la autoestima.
El deporte puede ser una manera perfecta de optimizar nuestra vida social, al conocer a personas que nos enriquezcan y nos sumen en nuestro desarrollo personal. Cualquier ejercicio físico en compañía contribuye a motivarse mutuamente y a no desistir en la práctica.Ciertos deportes aportan unos beneficios concretos: los deportes orientales (Taichí, Yoga, Pilates) fomentan la relajación y ayudan al autocontrol; con la natación liberamos tensiones, mejoramos los dolores musculares y evitamos el insomnio, que es el trastorno más extendido en nuestra sociedad.
Las sustancias químicas que se liberan en el cerebro previenen la degeneración neuronal del hipocampo (área encargada de la memoria y el aprendizaje, afectada en las demencias) y por tanto el deterioro cognitivo. También ayudan a prevenir la aparición de enfermedades degenerativas o bien a reducir los efectos de tales enfermedades. La práctica de un ejercicio físico regular favorecerá una mejoría por tanto de nuestra memoria y nuestra capacidad de aprender cosas nuevas. Además, para lidiar con las adicciones (tabaco, alimentos, alcohol…) el ejercicio físico es un aliado excepcional ya que nuestro cerebro libera los mismos neurotransmisores (dopamina, el neurotransmisor de la recompensa) que cuando tomamos tales sustancias.
En resumen, practicar deporte de forma continuadaaporta pues múltiples beneficios a la salud física y mental y es una ayuda en la prevención y el tratamiento de los desequilibrios psicológicos y de ciertas patologías.
Victoria García - 11/03/2020 - 09:01h